EL PASO AL COLEGIO

 En términos generales, los alumnos y alumnas tienen su primer contacto con el sistema educativo en los primeros años de vida. La gran mayoría comienza su escolaridad a los tres años de edad, sin contar los que pasan anteriormente por las “escuelas infantiles” o “guarderías”.

El comienzo de la Educación Infantil supone para muchos un tránsito entre sus hogares y otro sistema más amplio, la escuela. Este tránsito es vivido por algunos alumnos y alumnas de forma positiva, ya que les supone oportunidades de juego, relación social, aprendizaje de conceptos y numerosas novedades. Para otros en cambio, puede conllevar dificultades de adaptación.

De cualquier manera debemos apostar desde el sistema escolar por un tránsito lo más normalizado posible y para ello necesitamos indudablemente la colaboración de las familias. Una vez admitidos en sus colegios y asignados a sus correspondientes aulas, esta etapa es vivida como un momento que marcará la trayectoria futura del alumnado como persona y como alumno/a. 

Además la Educación Infantil constituye una etapa significativa en la vida del individuo, pues en ella se estructuran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, se forman y regulan una serie de mecanismos fisiológicos que influyen en el desarrollo físico, el estado de salud y en el grado de adaptación al medio.